Al principio dudé si
elegir esta carrera o acudir con Juan a la media maratón de Dos Hermanas,
puesto que el año pasado fue una de las que más me gustó. Pero finalmente
decidí probar una carrera de montaña.
Fuimos Germán y yo hasta
Grazalema con un tiempo soleado y fresco
que invitaba a correr. Nada más llegar, algunos que ya la habían disputado en años
anteriores me asustaron hablando de las cuestas y de la dureza del recorrido.
He de reconocer que las pendientes no cuentan con mi predilección.
A las 10 de la mañana
tomamos la salida directamente hacia una subida impresionante, yo salí con
mucha cautela, y con el único objetivo de finalizar la prueba sin forzar en
exceso. El itinerario de algo menos de 11 km es realmente bonito, diversos
parajes naturales se van sucediendo al ritmo de los corredores. Las subidas muy
duras, te quedabas literalmente clavado, y las bajadas trepidantes, realizando
cambios de ritmo que te llevan de 5 a un
3.15 en pocos segundos. Pero en
cualquier caso y aunque ahora las piernas pesen, no duraría en recomendarla y
repetir en otra ocasión.
Germán de nuevo hizo un
carrerón en 42 minutos con el que fue 12º de la general y 3º de su categoría.
Yo entré en meta 2 minutos más tarde, 19º de la general y 1º de mi categoría, a
un ritmo de 4.12, bastante aceptable en
una carrera de estas características.
El esfuerzo mereció la
pena, a la medalla la organización añadió un jamón con el que repondremos
fuerzas.
Próxima parada: Puerto
Menesteo, 24-11-2013
1 comentario:
bUENO COMO TE ENTRE EL VENENO NO CAMBIAS LAS CARRERAS DE MONTAÑA CON LAS DE ASFALTO.
Y COMO SIEMPRE ARRIBA DEL CAJÓN Y CON JAMÓN INCLUIDO.
SALU2
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