Un
año más participábamos en el nacional de cros que se iba a celebrar en la
zaragozana Calatayud. El Club Atletismo Chiclana repite equipo de veteranos con
Jesús Manzanares, Ramón del Cuvillo y el que escribe. La ilusión es grande y
aspiramos a tocar podio después del 4º puesto del año pasado, a pesar del nivel
existente pensamos que hay posibilidades.
El
sábado por la tarde desembarcamos en la ciudad después de un ameno viaje en el
que hablamos de muchas cosas y casi
arreglamos España y el mundo.
Tras
dejar las cosas en el hotel, nos dirigimos al circuito para ver como es y de
paso recoger los dorsales. A mi me gusta
bastante, es llano y está muy bien señalizado. A pesar de la presencia de
restos de cañas y mazorcas que delatan su anterior ocupación, está bien
compactado en todo el recorrido.
Numerosos corredores trotan por el mismo para tomarle el pulso.
Tras esto, visita turística a la ciudad, muy
bonita, por cierto, y una cervecita, solo una, antes de cenar. A las 22 horas
ya estamos acostados y con todo preparado para la gran cita.
Amanece
un día bastante frío, al menos para la gente del sur, por ello recurrimos a los
guantes y a la camiseta térmica debajo de la equipación. Nerviosismo y ganas de
correr se mezclan a partes iguales. Jesús mira a los corredores que ya
calientan y se percata de que hay demasiado barro en las zapatillas. Algo ha
cambiado desde la tarde anterior…
Llega
la hora y Ramón y yo nos colocamos en el mismo cajón detrás Jesús. La salida es
cómoda y ancha, lo que hace que vaya rápido. Todo va bien,
voy pegado a Ramón y pasamos el primer 1000 en 3.28. Un poco más
adelante nos encontramos con un gran barrizal que en principio solvento sin
problemas, aunque me obliga a rebajar un poco el ritmo, aún así paso el 2º km
en 3.35. Voy bien hasta que me quedo
literalmente pinchado en el barro y pierdo la zapatilla. Todo ocurre muy
rápido, casi me pisotean los corredores que vienen detrás, el juez me indica
que salga del circuito y agachado consigo encontrar la zapatilla. Pienso en
abandonar, pienso en el equipo y en el C.A. Chiclana. Me pongo la zapatilla
embarrada por dentro y por fuera y vuelvo a entrar tras recibir autorizaci ón del juez. He perdido mucho tiempo y me cuesta conseguir de
nuevo ritmo de carrera, pero lo intento todo y sigo corriendo hasta el final.
Ramón,
por su parte, hizo una gran carrera desde el principio contagiado del gran
nivel existente y Jesús Manzanares volvió a demostrar su gran maestría y lo gran
atleta que es, revalidando el título de campeón de España.
No
quiero cerrar la crónica sin agradecer a todos los compañeros del C.A. Chiclana
el apoyo y los ánimos que nos fueron dando a través de las redes sociales y de
runnercill@s.
¡Ahora
toca ponerse en modo media maratón!
Próxima
cita: Media Maratón Costa de la Luz, 3-04-16