VIII CARRERA ATLÉTICA CHICLANA-SANCTI PETRI 9-05-2010

Desde que la carrera fue anunciada, tuve ganas de disputarla. La distancia de 10500 metros me parecía adecuada a mis expectativas. Después de una larga temporada de entrenamientos y competiciones, creo que el 10000 es mi distancia: me encuentro cómodo, seguro y generalmente obtengo un buen rendimiento, 3.38/km en esta prueba chiclanera.
Este mismo día, se celebraba la jornada de convivencia de nuestro club en la Sierra Gaditana a la que no podía asistir por ocupar todo el domingo.
Amaneció nublado y amenazaba lluvia pero la temperatura era suave y agradable. Sobre las 8 de la mañana Germán y yo cogimos su “Jaguar” para dirigirnos a la meta y coger el bus que nos llevaría a la salida. Divertidas bromas sobre la nueva escultura de Hércules que han colocado a la entrada del poblado de Sancti Petri, su prominentes cualidades y el arte que tienen los gaditanos, aunque suene a tópico, para contar las cosas me hicieron reír a carcajadas.
Llegamos a la salida, rápida recogida de dorsales y más saludos…Esta vez, debido a la convivencia del club, solo estuvimos cuatro Alcanatif: Ana Mari, Ángel, Germán y el que escribe. No vi a ninguno de los colegas de la Unión Atlética de Roteña porque habían organizado su propia carrera por las casetas del Real de la Feria de su ciudad. Mi amigo, Mon del Cuvillo, con el que no coincidía desde Chipiona, no faltó a esta cita atlética y además realizó un carrerón impresionante.
Poco a poco, la Ciudad Deportiva de Chiclana se fue llenado de corredores que animaron con el colorido de sus equipaciones este día gris. Los había de todos los lugares de Cádiz y de Andalucía, como curiosidad diré que hasta apareció un atleta zamorano. En total sobre 500 participantes entraron en meta.
Calentamientos rutinarios y escasos estiramientos, tras lo cual nos situamos en la línea de salida. Aunque anímicamente no estaba en mi mejor momento debido al cansancio acumulado, fue escuchar el pistoletazo de salida y empezar a correr, y comenzar a desconectar, y a sentirme mejor. Nada más salir, Germán me grita ¡corre que te adelantan! y yo que soy obediente le hago caso, intentando que Mon no se me escapara. Los primeros 1000 de vértigo, 3.24. Intento no despegarme de este grupo pero a partir del km 4, bajo suavemente el ritmo y los mantengo a unos 400 m. A partir de aquí corro prácticamente solo, el grupo que me sigue no me alcanza ni yo consigo pillar al que me precede. La carretera de la Barrosa, con el viento en contra, se me hace la parte más dura del trayecto, pero enfilando el camino hacia la meta aumento el ritmo y consigo adelantar a Tinoco y a alguno más. Quedé muy contento con el global de la prueba y con la clasificación, no esperaba tan buenos resultados, la verdad. Quiero destacar, así mismo, la buena organización a la que nos tiene acostumbrados Chiclana desde el principio hasta el final de la prueba, desde la recogida de dorsales hasta la entrega de premios; se nota que el atletismo ocupa un lugar destacado en las prioridades municipales, del que deberían tomar buena nota otros municipios gaditanos.